Alebrijes en Reforma. 2017
Cada año el Museo de Arte Popular (MAP) a finales de octubre realiza un desfile de alebrijes monumentales que termina en la Glorieta de la Diana Cazadora en Reforma, donde se quedan en exhibición por un par de semanas. Me encantan los alebrijes y me hace feliz verlos en Reforma. Este año fuimos en la tarde cuando ya estaba oscureciendo y como había también un desfile de catrinas, había muchísima gente.
Una vez una amiga y yo empezamos a hacer un alebrije pequeño. No es sencillo, toma mucho tiempo hacerlo. Me da vergüenza confesar que aún no lo hemos terminado. Si esto sucede con uno pequeño, ¿se imaginan crear uno que mida casi dos metros o más? Admiro a los artesanos que lo hacen. Celebro su trabajo. Disfruto su creatividad. Cada año me encuentro con monstruos diferentes. Algunos son amigables; otros dignos protagonistas de una pesadilla. A veces quiero abrazarlos; otras, esconderme.
Es increíble que estas criaturas emergieron de un sueño que tuvo Pedro Linares cuando se encontraba al borde de la muerte. Ellas lo acompañaron en su camino a recuperar la conciencia y al despertar, él les dio vida y los inmortalizó.
Ningún alebrije es igual a otro. Siempre hay nuevas criaturas que descubrir. Me pregunto dónde estará el bosque en el que vivían cuando los descubrió Pedro Linares.
Nunca me cansaré de visitar la sala de alebrijes del Museo de Arte Popular (MAP) y siempre me entusiasma verlos en Reforma.
Sueños, pesadillas y mundos infinitos. Una vez al año las calles se llenan de seres fantásticos.