Dibujar mientras las palabras vuelven.
Después del temblor, las palabras se escondieron y la pluma se niega a bailar en el papel. Por primera vez en mi vida me he quedado sin tinta.
En mi escritorio tengo mi caja de colores y he encontrado en ellos un poco de alivio. Estos días dibujo para sanar mientras las palabras vuelven. Dibujo sin borrar ni corregir nada. En medio de esta desoladora sacudida, los colores me ayudan a salir del estremecedor silencio que nos ha quebrado.
En esta inclemente noche encuentro mi refugio en el abrazo de la luna.

Encuentro mi refugio en el abrazo de la luna.
Todos tenemos temblores que calmar dentro y fuera de nosotros. Cada uno necesita encontrar su forma de levantarse. Ojalá sigamos haciéndolo en equipo. Nos necesitamos unos a otros.