Stanley Kubrick en la Cineteca
Tengo un amigo que, como yo, detesta las películas de Woody Allen. Cuando estábamos en la prepa decidimos que la peor tortura sería que nos amarraran a una silla y nos obligaran a mantener los ojos abiertos (de tal manera que no pudiéramos parpadear) frente a un televisor que pasara ininterrumpidamente las películas de Woody Allen. En ese entonces yo no sabía que este método no era un invento de mi amigo sino que algo muy similar ocurrió en una escena de A Clockwork Orange de Stanley Kubrick, en la cual atado a una silla y obligado a mantener los ojos abiertos, el protagonista (Alex) es obligado a ver escenas muy violentas acompañadas de música clásica (un supuesto tratamiento para curarlo). En ese entonces la única película que yo había visto de Stanley Kubrick era The Shining una de mis películas favoritas a la fecha.
Años después supe que al estadounidense Stanley Kubrick (1928-1999) se le considera uno de los cineastas más influyentes del siglo XX. Fue director de cine, guionista, productor y fotógrafo.
Conozco muy poco a este director. En realidad sólo he visto dos películas suyas: The Shining y Eyes Wide Shut. La primera es una adaptación de una novela de Stephen King y cuenta con la extraordinaria actuación de Jack Nicholson, a quien le quedan muy bien los personajes de villano y loco. La segunda se estrenó en el cine en 1999 poco después de la muerte de Kubrick. Nichole Kidman y Tom Cruise son los protagonistas de esta historia. Vi la película en el cine pero no me impresionó mucho.
Una de las películas más memorables de este cineasta es A Clockwork Orange, famosa por sus escenas de violencia con música de Beethoven. Por esas mismas escenas no me he atrevido a verla, aunque varias personas me han hablado de ella.
En diciembre del año pasado llegó a la Ciudad de México la exposición Stanley Kubrick, en la Cineteca Nacional y permanecerá abierta al público hasta el 29 de este mes (mayo 2017). Tenía muchas ganas de visitarla y, por fin, en la Noche de Museos de la semana pasada mi marido y yo pudimos ir. La entrada cuesta 65 pesos y hay descuento para estudiantes y maestros con credencial vigente. La exposición es más grande de lo que imaginaba. Superó mis expectativas.

Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Lo primero que se ve al entrar son unas citas de Stanley Kubrick. Hubo dos que me gustaron:
«La falta misma de significado de la vida obliga al hombre a crear su propio significado».

Stanley Kubrick en la Cineteca Nacional
«Si puede ser escrito, o pensado, puede ser filmado».

Stanley Kubrick en la Cineteca Nacional
El recorrido comienza con Stanley Kubrick fotógrafo y su participación en la revista Look. Lo primero que vemos son sus fotografías: en las portadas de la revista, en los artículos, colgadas en el techo. Es impresionante su capacidad para jugar con la luz, para dar intensidad a la imagen por medio de contrastes, para expresarse.
La siguiente parte del recorrido está dedicada a sus primeras películas: Day of the Fight (1951), Flying Padre (1951), Seafarers (1953), Fear and Desire (1953) y Killer’s Kiss (1955). La sala está llena de pósters de las películas, fotografías de los actores y de las filmaciones, también están las fichas técnicas de las películas y alguna que otra anécdota de lo ocurrido en el set. En el centro de la sala están los maniquíes que se usaron en la película «Killer’s Kiss». Por cierto, me gustaría ver esta película.

Stanley Kubrick Cineteca Nacional

Killer’s Kiss Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Después viene The Killing (1956). Aquí podemos ver la recreación de una de las habitaciones de la película con los muebles que se usaron en la filmación.
En 1957 se estrenó la película antibélica «Patrulla Infernal». No me llamó mucho la atención esta sala ni tampoco la película, estuvo mejor la siguiente: Spartacus (1960). Esta película está situada en la época de los gladiadores en Roma. Me gustaron los bocetos con ideas para escenas de la película y también uno de los trajes originales que vi.
Continua el recorrido con la controversial Lolita (1962), basada en la novela de Vladimir Nabokov. Aprendí que Kubrick y Nabokov estuvieron en comunicación durante el proceso de escritura del guión (a cargo de Kubrick) de esta película. Pude ver algunas cartas que ellos se escribieron. La belleza de Sue Lyon (Lolita) puede apreciarse en varias fotos ahí expuestas.
Dr. Strangelove (1964) es la siguiente película. Peter Sellers (el protagonista) interpreta a tres personajes en esta comedia de humor negro que tanto le gusta a mi marido y que planeo ver esta semana.

Dr. Strangelove Stanley Kubrick Cineteca Nacional

Dr. Strangelove Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Me parece que la sala más impresionante es la de 2001: A Space Odyssey (1968), una película de ciencia ficción y también de culto. En esta película se habla de la evolución humana, la tecnología, la inteligencia artificial y la vida extraterrestre.

2001 A Space Odyssey Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Esta es la sala más esperada por la mayoría de los fans de Stanley Kubrick y también es la más grande de todas. Además de la pantalla grande donde se ven escenas de la película, hay muchas fotos, pósters y sobre todo, muchos objetos que fueron usados en la película. También hay réplicas en miniatura y las descripciones son muy claras. Es posible ver uno de los disfraces de simio originales. La mayoría de las personas estaban muy emocionadas por lo que encontraron en esta sala. Creo que es la más completa de la exhibición.

2001: A Spacey Odyssey Stanley Kubrick Cineteca Nacional

2001: A Space Odyssey Stanley Kubrick Cineteca Nacional
En 1971 se estrenó A Clockwork Orange con el inolvidable Alex DeLarge (Malcolm McDowell) y sus pestañas pintadas, el criminal violento que amaba la música clásica. Alrededor de la pantalla podemos ver algunas escenas clave de la película, hay periódicos que tienen como encabezado la noticia con la historia de Alex que me hicieron sentir como si se tratara de una historia de la vida real. Hay fotografías de los actores, detalles de la filmación, descripciones del método de condicionamiento conductual que se utilizó para «curar» a Alex y también están los maniquíes del bar de drogas.

A Clockwork Orange Stanley Kubrick Cineteca Nacional
La sala siguiente está dedicada a Barry Lyndon (1975). Me dieron ganas de verla porque el protagonista es Ryan O’Neal, uno de mis actores favoritos de la adolescencia. Esta sala es más pequeña. Me gustó mucho uno de los vestidos de época que forman parte de esta exhibición.

Barry Lyndon Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Después, por fin, llegamos a la sala que más ganas tenía de ver: The Shining (1980). No importa cuánto tiempo pase, esta película no pierde su encanto y siempre me impresionará la cara de loco de Jack Nicholson. No olvido al niño repitiendo y escribiendo la famosa frase REDRUM (murder -asesinato- escrito al revés) al principio de la película ni el estresante recorrido por el interminable laberinto aquella helada noche.

The Shining Stanley Kubrick Cineteca Nacional

The Shining Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Con esta película conocí a Kubrick y gracias a ella lo admiro. Me emocioné cuando vi la máquina de escribir donde Jack Torrance (Jack Nicholson) trabajaba supuestamente en su novela; sin embargo, sólo llenaba páginas y más páginas siempre con la misma frase.
Están también los vestidos originales de las famosas gemelas y la puerta donde está escrito REDRUM. Antes de salir de la sala, hay una maqueta con la réplica del aterrador laberinto y yo disfruté mucho, muchísimo, ver todo esto.

The Shining Stanley Kubrick Cineteca Nacional
Sólo quedaban dos películas más para casi terminar con la exposición, las últimas dos que hizo Kubrick antes de morir: Full Metal Jacket (1987) y Eyes Wide Shut (1999). La primera es una película de guerra; y la segunda, un thriller erótico y oscuro.
Después hay una sala donde se muestran los proyectos de Stanley Kubrick que por un motivo u otro no llegaron a realizarse. Entre ellos, hay varias fotos para una película sobre el holocausto, proyecto que abandonó porque no estuvo listo antes de que se estrenara la Lista de Schindler de Steven Spielberg.
La última parte del recorrido fue nuestra favorita, está dedicada a la música de las películas de Kubrick. Es una sala pequeña, oscura y con tres pantallas (una en el centro y dos a los lados) en las cuales se proyectan escenas de las películas de Kubrick mientras se escucha la música (música clásica, por supuesto). Rodeada por las pantallas y la música, me sentí lejos de la realidad, pasmada, casi como en trance. Nos quedamos escuchando maravillados hasta que la música terminara y las escenas se repitieran. Desafortunadamente creo que esta sala no es muy apreciada, pues en el tiempo que estuvimos ahí quienes entraban se salían casi al instante, después de tomar un par de fotos.

Un colado en la última sala de la exposición de Stanley Kubrick en la Cineteca Nacional. 🙂
Fue un largo recorrido que nos tomó alrededor de hora y media, gracias al cual ahora tengo más ganas de ver las películas de este cineasta tan reconocido y admirado. Hoy, en un par de horas, por fin, me atreveré a ver A Clockwork Orange también en la Cineteca (¡Ya tengo los boletos!).