A Cancún en Coche: Primera parada, Tabasco y una cosa que cumplir de mi lista de cosas por hacer antes de morir.

Por fin llegaron las vacaciones, era urgente salir de la rutina, de la ciudad y cargar las pilas en la playa. En diciembre vino de visita nuestra familia de Cancún. Justo antes de despedirse nos invitaron a pasar unos días en su casa y a mi marido se le ocurrió que podríamos hacer el viaje en Semana Santa, una vez más haríamos el viaje en coche, lo cual me pareció una excelente idea.  Tuvimos una experiencia increíble en diciembre de 2015 cuando viajamos a Arizona.  En diciembre, abril nos parecía muy lejano y ahora ya estábamos listos para comenzar otra aventura más…

Este viaje además me daría la oportunidad de cumplir un deseo de años.  He visto que hoy en día está de moda tener una lista de cosas por hacer antes de morir (bucket list). No puedo decir que tenga una escrita, pero creo que la mayoría de las personas tenemos en la mente varias cosas que deseamos vivir, experimentar,  realizar antes de que la muerte venga por nosotros.  Puedo decir, muy emocionada, que este viaje representaba para mí, además de la oportunidad de reunirme con nuestra familia y visitar la playa, la oportunidad de realizar una de esas cosas que debo hacer antes de dejar este mundo.  El hecho de viajar en coche nos haría posible visitar Villahermosa, Tabasco, donde yo tenía mi sueño que cumplir.  Mi marido, que conocía bien este sueño, puso todo de su parte para ayudarme a lograrlo y siempre le estaré agradecida por eso.

Nuestro recorrido comenzó el viernes por la tarde cuando nos dirigimos a Jáltipan, Veracruz donde pasaríamos la noche. No niego que estaba un poco nerviosa con la idea de viajar en carretera debido a las noticias que se escuchan a diario en las noticias; sin embargo, eso no me impidió disfrutar del camino. Fuimos precavidos y en esta parte del viaje nos fuimos siempre por la carretera de cuota.  Nos tomó alrededor de una hora lograr salir de la ciudad pues el tráfico estaba terrible. Afortunadamente nos fue mejor en la carretera. Como teníamos prisa, paramos a comer en un Subway de la carretera. Pedimos una sub de 30 centímetros y con eso aguantamos bien el resto del viaje.

carretera Puebla a Jáltipan

El hermoso cielo en la carretera de Puebla hacia Jáltipan, Veracruz.

Viajar en coche me permite ir viendo la carretera. El paisaje es diferente para cada lugar de la República. Cuando fuimos a Arizona,  avanzamos hacia el norte de nuestro país, ahora nos tocó dirigirnos al sur. Los caminos son muy diferentes y los climas también. Me emocionaba mucho poder ver el atardecer, pero nos resultó imposible porque había mucha neblina en la carretera hacia Veracruz.; era tan intensa que me resultaba imposible ver el cielo y ver lo que había frente a nosotros era un reto.  A paso muy lento sobrellevamos la neblina y seguimos nuestro camino a Jáltipan.

Niebla. Carretera Veracruz.

Así la niebla en Veracruz, en la carretera que nos llevaría a Jáltipan.

No hubo tráfico y llegamos tranquilos a la hora planeada: poco después de las once.  Llegamos a la casa de nuestro sobrino quien nos recibió con una espléndida y exquisita cena típica: una memela gigante que tenía una combinación de todo: carne, queso, verduras y hasta plátano frito. Con excepción de una tlayuda, no había visto antes algo de semejante tamaño. No estaba segura de que mi estómago pudiera digerir eso; sin embargo, me comí cuatro pedazos porque estaba deliciosa. No sólo lo disfruté, sino que mi estómago sobrevivió al exceso. Nuestro sobrino nos platicó de cómo es la vida en Jáltipan, de sus proyectos a futuro y nos dio algunas sugerencias para Villahermosa al día siguiente.  En la noche dormí acompañada de un concierto de grillos y de cigarras.  Desperté con los trinos de varios pájaros. Me quedé escuchándolos mientras los demás dormían.

Memela de Jáltipan

Memela. Típica de Jáltipan.

A las diez de la mañana, después de un rico desayuno y de agradecer a nuestro sobrino su hospitalidad, tomamos la carretera hacia Villahermosa, Tabasco.  Pudimos ver un poquito de Jáltipan antes de irnos.

Jáltipan, Veracruz.

Jáltipan, Veracruz.

Jáltipan en Veracruz

Jáltipan, Veracruz

Estaba nublado lo que fue bueno para nosotros pues no tuvimos calor durante el camino. Son aproximadamente dos horas de Jáltipan, Veracruz a Villahermosa, Tabasco. Me sentía muy emocionada.  ¡Por fin había llegado el día!

Villahermosa, Tabasco fue la tierra de mi bisabuelo materno (y por muchos años creí que también lo era de mi abuelo, su hijo). Mucho tiempo me imaginé a mi abuelo viviendo en ese idílico lugar.  Ahí también está el hospital que lleva el nombre de mi bisabuelo: Dr. Juan Graham Casasús y moría de ganas de conocerlo.  Era importante para mí encontrarme con mis raíces.

La carretera tan verde me pareció hermosísima. Hasta ahora ha sido para mí una de las carreteras más bellas que he visto en mi país. Iba feliz disfrutando la vista a través de la ventana.

Carretera de Veracruz a Villahermosa, Tabasco

Así de hermosa la carretera para llegar a Villahermosa, Tabasco.

Carretera Veracruz a Villahermosa

Así de hermosa la carretera para llegar a Villahermosa, Tabasco.

Carretera Veracruz a Villahermosa, Tabasco

Así de hermosa la carretera para llegar a Villahermosa, Tabasco.

Al llegar a Villahermosa me sucedió algo muy extraño: aunque era la primera vez que lo visitaba sentí que ya había estado ahí antes. También me hizo pensar en las tardes llenas de árboles en Cuernavaca con mis abuelos maternos.  Me acarició una dulce nostalgia.

Gracias a Google Maps llegamos rápidamente al Hospital Regional de Alta Especialidad Dr. Juan Graham Casasús.  Me dieron ganas de sonreír y de llorar al mismo tiempo. Quizá parezca una locura, pero sentí que era una manera de estar cerca de mi bisabuelo, quien murió antes de que mi madre naciera.  Lo viví también como una oportunidad de conocer un poco acerca de mi bisabuelo.  Fue un doctor que sobresalió por su lucha para combatir las epidemias de paludismo y fiebre amarilla, disenteria amibiana en diferentes estados de la República. Me maravilla que su trabajo no se olvide, que hayan honrado su memoria poniéndole su nombre a un hospital en su ciudad natal.   Mientras llegábamos al hospital, pensé en lo poco que sabía de mi bisabuelo. Estudió medicina en la Escuela Médico Militar. Se quedó viudo cuando mi abuelo tenía once años.  Debido a su educación militar era un hombre muy duro. Mi mamá me contó que educó a sus hijos con la rigidez de un militar. Era fuerte y perseverante.  Me hubiera gustado mucho conocerlo.

Dr, Juan Graham Casasús  Foto mural hospital

El retrato de mi bisabuelo: Dr. Juan Graham Casasús.

Camino al Hospital Juan Graham en Villahermosa, Tabasco

Ya nos faltaba poquito para llegar al Hospital Dr. Juan Graham Casasús 🙂

Villahermosa, Tabasco (8)

Con mucha amabilidad nos dieron un pequeño recorrido a mi marido y a mí por el hospital (por supuesto, sin pasar por el área de hospitalización) y pudimos tomar fotos del mural donde está el retrato de mi bisabuelo.  Sobra cualquier palabra para describir lo que sentí.  Estuve frente a su retrato, frente a un pasado que aunque no es mío, también me pertenece. Conocer parte de mi historia me ayuda a comprender mi presente, a ver quién soy.

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El Mural del Hospital Dr. Juan Graham Casasús donde está el retrato de mi bisabuelo. Villahermosa, Tabasco

 

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Dentro del Hospital Dr. Juan Graham Casasús Villahermosa, Tabasco

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El Mural del Hospital Dr. Juan Graham Casasús donde está el retrato de mi bisabuelo. Villahermosa, Tabasco

 

Salí del hospital agradecida por esta visita, en paz por haber cumplido ese sueño. Me tomé una foto en la entrada del hospital, justo debajo del nombre de mi bisabuelo. Justo ahí me prometí alcanzar mis metas, nunca desistir para lograr lo que me propongo. Me prometí ser fuerte y perseverante como lo fue él.

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En la entrada del Hospital Dr. Juan Graham Casasús, una foto con el nombre de mi bisabuelo. Cumpliendo un sueño en Villahermosa, Tabasco

Una vez cumplida la misión, nos fuimos al Parque Museo de la Venta, un museo al aire libre. La visita a este museo cuesta 35 pesos. En este museo hay piezas arqueológicas procedentes de La Venta, ubicada al noroeste de este estado, Tabasco. El recorrido del parque es de aproximadamente 1.2 km y comienza con un pequeño zoológico.  Me gustaron las tortugas y la pantera negra.  Es un lugar increíble con árboles impresionantes. Me recordaron un poco a la reserva ecológica de Nanciyaga en Catemaco.   Ahí los coatís caminan libremente y son muy pacíficos excepto cuando las personas tratan de tocarlos.  Entre las piezas arqueológicas vimos cabezas olmecas y altares. Tuvimos suerte de que ese día no hiciera tanto calor, eso nos permitió disfrutar más el paseo.  Hay una pequeña sala (esa no está al aire libre) en donde nos cuentan la historia de Papillón, un lagarto que vivió ahí varias décadas (murió en el 2014, tenía ochenta años).  Ahí se encuentra su cuerpo disecado, el cual sigue siendo muy imponente.  Salimos encantados de esa visita.  Me hubiera gustado tener más tiempo para visitar esta ciudad y Tabasco completo.

Parque Museo la Venta

Parque Museo la Venta Villahermosa, Tabasco

Tabasco Villahermosa

En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

Villahermosa, Tabasco

En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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Papillón. Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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Un coatí 🙂 En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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Siempre encuentro corazones en la naturaleza. En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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Coatí En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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En el Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

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Tortugas y Lagarto Parque Museo La Venta. Villahermosa, Tabasco

Veo a Villahermosa como la ciudad del agua: está rodeada de lagunas y pantanos. Es una ciudad verde, frondosa, un paraíso que apenas pude conocer. Quiero regresar a Tabasco y conocer sus grutas, sus cascadas, su pueblo mágico, su zonas arqueológicas.  Fue una visita muy breve y no quería irme, pero volveré. ¡Hasta pronto, Tabasco!

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Villahermosa, Tabasco

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Villahermosa, Tabasco

Comimos en un pequeño restaurante saliendo de Villahermosa, en la carretera. No pude probar la comida tabasqueña, pero había unas mojarras muy ricas.  Una vez listos, nos dirigimos a Ciudad del Carmen, donde pasaríamos la noche.  Distraída admirando la carretera el tiempo pasó volando: sólo fueron dos horas de camino.

Saliendo de Villahermosa

Mojarras

Ciudad del Carmen no llama mucho la atención, pero la entrada a la ciudad sí. Se llega por un puente, alrededor de él sólo hay mar. Yo iba fascinada mirando al mar. Disfrutamos esa vista.  Nos dirigimos a la casa donde pasaríamos la noche (mi marido la consiguió gracias a Air BnB).  En la habitación de al lado se hospedaba una pareja rusa. Ambos eran muy amigables. Ella hablaba un poco de español y su marido, inglés. Estaban sorprendidos de que supiera algunas palabras en ruso y de mi interés en aprender su idioma. Fue divertido platicar con ellos y me sentí bien de poder entender algunas palabras en ruso.

Me costó trabajo dormir esa noche porque el aire acondicionado estaba un poco fuerte y yo soy friolenta. Sólo estuvimos en Ciudad del Carmen esa noche. Nos fuimos temprano en la mañana después del desayuno. Los rusos nos compartieron un postre típico muy rico que se come acompañado de té. Eran frutas con jarabe de azúcar, especie de almíbar. ¡Qué rico! Fue un bonito detalle. Intercambiamos teléfonos y direcciones de correo y me encantará que sigamos en contacto.

Carretera Ciudad del Carmen

A punto de llegar a Ciudad del Carmen, Campeche.

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A punto de llegar a Ciudad del Carmen, Campeche.

Hacia Ciudad del Carmen (54)

Llegando a Ciudad del Carmen, Campeche.

Emprendimos camino, nos esperaba un largo día en la carretera para llegar esa misma noche a nuestro destino final: Cancún.

¡Cómo disfruto viajar en coche!

 

 

 

~ por Naraluna en abril 21, 2017.

2 respuestas to “A Cancún en Coche: Primera parada, Tabasco y una cosa que cumplir de mi lista de cosas por hacer antes de morir.”

  1. Hola, soy Guadalupe Ortiz, mi bisabuelo fue suegro de su bisabuelo, padre de su bisabuela. Manuel Zapata Vera . Me dio mucho gusto leerla y la acompañé a través de su Block a través de este hospital y la vida de este médico que aportó tanto.

    Me encantaría nos pusiéramos en contacto , tengo historias que compartir de su tatarabuelo .
    Saludos

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