La palabra de hoy es: GRACIAS

Una vez más desperté y sentí el frío de estas mañanas. El viento sabe a invierno; y las tardes oscuras, a melancolía, esa agridulce melancolía que precede a la Navidad.

Mientras el cielo permanece escondido y la blancura de las nubes me deslumbra, me siento agradecida y sonrío.

img_20161116_155534670.jpg

Así el día hoy.

Estoy aquí, sentada, jugando a deslizar mi pluma en la las frágiles hojas de este cuaderno mientras escucho la voz aguardientosa de Leonard Cohen. Su música siempre llenará mi vida.  No pienso en su muerte, celebro su legado, su sensibilidad, su talento. Su poesía me acompaña en este día de agradecimiento.

Disfruto como mi mano se mueve sin dolor y mis piernas me permiten caminar con ligereza. Mi espalda va sanando: cada vez que me muevo siento que vuelo. Cada paso, para mí, es un sueño que se realiza; por eso la palabra de hoy es agradecimiento.

Mientras mi espalda se quejaba en esas noches dolorosas con mi cuerpo lleno de hormigas y mi pensamiento plagado de ideas tenebrosas, yo me buscaba los nudos que necesitaba deshacer para alcanzar el alivio.  Fue así como aprendí a agradecer cada movimiento que mi cuerpo realizaba por más pequeño que éste fuera y también a tomar las cosas con más calma, a no acelerarme ni presionarme tanto.  Sin embargo, lo que más trabajo me costó  fue saber escuchar a mi cuerpo y apreciar los logros que cada día tenemos. Gracias a eso,  por primera vez pude decirme a mí misma: «mi cuerpo es perfecto y maravilloso». Decirlo me liberó de una enorme carga y me permitió ver más allá de mi dolor físico y del miedo.

Ahora estoy aquí, despidiéndome del pájaro herido que era y preparando mis alas para elevarme de nuevo.  Ya no tengo prisa ni ansiedad. Con la misma paciencia que me permite tejer una colcha, me permito ahora sanar sin prisa alguna.

Mi reposo terminó y agradezco cada minuto de libertad para moverme ya casi sin dolor. Ayer  sentí  por primera vez en más de un mes la ligereza de mis pasos. Pude caminar sin malestar ni hormigueo en las piernas.  Estaba tan sorprendida que no pude contener mi emoción ni tampoco las lágrimas. Abracé a mi marido y dije gracias.

La palabra de hoy es GRACIAS.

Gracias porque pude ver  la súper luna la noche del domingo.

img_20161113_215328723.jpg

Súper Luna 13 Noviembre 2016

Gracias por la lluvia en mis flores.

Gracias por más días para disfrutar del cempasúchil.

Gracias por mi cuerpo y el alivio que llega.

dsc_0743-764x1024

Gracias por mi cuerpo y el alivio que llega

Gracias por el amor, la luz y la esperanza.

img_20161106_154628193.jpg

Gracias

Gracias por los sueños que nunca me abandonan.

Gracias por esta helada mañana y la oportunidad de disfrutar este nuevo día.

La palabra de mi hoy será agradecimiento.

 

 

~ por Naraluna en noviembre 16, 2016.

Deja un comentario