Me faltan ocho libros para llegar a la meta. Parte 2.

…Y la lista continúa…

Después de haber leído la Muerte de un Instalador de Álvaro Enrigue,  escogí un libro ligero: El Espejo de las Ideas de Michael Tournier. Tenía curiosidad por conocer a este escritor. No es su mejor obra ni tampoco la más representativa, pero se trata de un libro que aborda algunos temas filosóficos de manera sencilla y fresca. Fue bueno leerlo.

El siguiente libro que leí fue Selected Stories 1968-1994 de Alice Munro. Me encanta su mente retorcida, la oscuridad en la mayoría de sus cuentos, las tramas tan enredadas, tan complejas. Ya he leído varios libros de ella y hasta ahora no me ha decepcionado; por el contrario, al terminar sus libros, siempre quiero más.

Almódovar se basó en tres cuentos suyos para crear su película más reciente: Julieta. Acabo de verla en el cine y la disfruté mucho. Pensé que sería imposible llevar a la pantalla grande el mundo oscuro de Alice Munro pero Almodóvar me demostró lo contrario.

Una vez más me tocó leer sobre Rusia pero ahora a través de las palabras de  un muy admirado escritor y reportero polaco: Ryszard Kapuściński. Supe de él gracias a mi amiga polaca que acaba de realizar un breve documental sobre él. Me invitó a la función del preestreno y me gustó mucho lo que vi.  Le pregunté a mi marido si había leído algo de él y resulta que también lo admira mucho.

Teníamos en casa El Imperio. Trata sobre el Imperio Ruso y de la caída del comunismo.  Sus palabras me involucraron en su  historia desde la primera página. Al leerlo sentí como si me estuviera llevando de la mano por cada lugar que mencionaba.  Hay algunos capítulos muy duros donde habla de la miseria y también de la crueldad humana.  Justo cuando pienso que ya nada puede sorprenderme,  me encuentro con una espeluznante verdad que me deja helada y vuelve a despojarme de mi ingenuidad. A veces me pregunto cómo puedo seguir siendo tan ingenua.  Me tomó tiempo borrarme (si es que eso es posible) las imágenes de las atrocidades cometidas en los campos de trabajo de Kolymá en Siberia.

Esta lectura me ayudó a comprender más a los rusos y a sacudirme varios prejuicios. En el futuro me esperan más lecturas de Ryszard Kapuściński. Todavía no tengo idea de cómo encontraré el tiempo para leer todos los autores que quiero. Mi hambre por la lectura crece cada día más y no importa cuántos libros lea: nunca es suficiente.

Me resulta imposible no escoger entre mis lecturas algún libro de Paul Auster. Por lo menos leo un libro suyo al año. No logro explicar porqué me atraen tanto sus libros. Supongo que ha de ser por el existencialismo que compartimos y del cuál me parece imposible deshacerme, también por su forma de expresarse, por sus frases profundas, por su forma de obligarme a reflexionar, de plasmar ideas que también comparto (como si me leyera la mente) y por su forma de romperme el corazón con sus historias.

Esta vez leí Report from the Interior, una novela autobiográfica, por lo tanto no sería tan intensa como sus novelas y mi corazón no correría peligro.  La primera parte del libro me pareció un poco lenta pero disfruté muchísimo la última, la cual consiste en las cartas que le escribió a  Lydia Davis (su ex-esposa) pues fue como estar leyendo su diario y conocer a ese Paul Auster joven y enamorado, con sus sueños, expectativas y frustraciones.

Me hace feliz leer pero creo que a veces soy masoquista con las lecturas que escojo. No puedo evitarlo (y vaya que lo he intentado). José Saramago es uno de los grandes de la literatura y lo admiro mucho.  Después de darle muchas vueltas, decidí que ya había llegado el momento para leer El Evangelio Según Jesucristo. Fue un gran reto para mí leer este libro pues Saramago critica con rudeza al catolicismo y aunque no me considero católica hoy en día, yo fui educada en esa religión. Por lo tanto,  no puedo ser indiferente a sus palabras. Fue duro enfrentarme a este libro y a los sentimientos encontrados que me provocó. Sin embargo, también fue una buena oportunidad para reflexionar sobre la religión y superar ciertos miedos y culpas que traía atoradas.  Fue muy dolorosa esta lectura, fue una verdadera sacudida que me llevó a escribir un blog sobre este tema (la religión), el cual siempre trato de evitar con las demás personas. Es el único blog que he escrito al respecto y aunque me sentí un poco incómoda y un poco insegura, hacerlo me ayudó a sanar (http://wp.me/pRkkJ-1E3).

Después de este doloroso golpe, necesitaba leer algo diferente que me sacara del trance. Mi marido me dio un libro que ya me había mencionado varias veces: Noticias del Imperio de Fernando del Paso, quien nos narra la historia de Maximiliano y Carlota en México, de esos años de la invasión francesa.

Me conquistó desde la primera palabra con la voz de Carlota, encerrada en el Castillo de Bouchot, sesenta años después de la muerte de Maximiliano. Con erotismo y locura, con poesía y dolor, empieza a contarnos su historia. Mi corazón se conmovía con cada una de sus palabras.  La historia no la narra solamente Carlota, hay varios narradores que nos van dando las piezas para armar la historia del Imperio en México, son casi mil páginas para comprender este momento en la historia, para conocer al México de esa época, para mezclar  la historia con la ficción, para llenarse el alma de poesía y para acompañar a Maximiliano al Cerro de las Campanas el día de su muerte.  Son casi mil páginas para sentirse cerca de los personajes y llorar con su triste final.

Considero este libro una obra maestra, un exquisito y agridulce paseo por el México de los 1860s.  Amé este libro y, por consiguiente, a Fernando del Paso. Días después de haber terminado de leerlo, la historia seguía conmigo, seguía escuchando las voces de los personajes y seguía de luto por tan triste historia.  Me quedé tan conmovida, tan afectada, tan maravillada por este libro que me sentí un poco huérfana cuando lo terminé y me tomó un par de días decidirme a abrir otro libro. En algunos años, algún día, tendré que volver a leerlo. Lo necesito.

Ahora me tocaba escoger un libro más relajado, que no me afectara tanto, algo menos intenso y más ligero para entretenerme. Tenía justo el libro adecuado para eso. Soy fan de Star Wars (las películas) pero nunca había leído un libro sobre esta saga. Hace casi un año me regalaron Onslaught (Dark Tide #13, Star Wars: The New Jedi Order #2) de Michael A. Stackpole. Leia Organa, sus hijos y Luke Skywalker deben enfrentarse a los poderosos Yuzhan Vong. Esta historia ocurre varios años después del Regreso del Jedi. Los hijos de Han y Leia ya son adolescentes.  Me divertí mucho leyendo esta historia, fue casi como si estuviera viendo una nueva película. Me pareció un poco largo el inicio pero todo cambia cuando la acción comienza. Me di cuenta de todavía me falta mucho por conocer acerca del universo de Star Wars. Como las películas, la historia continúa y para saber el final tendré que leer el siguiente tomo (primero habrá que conseguirlo)…

Después de la fuerza y la guerra en las galaxias, regresé a la tierra con Morirás Lejos de José Emilio Pacheco. Ya había leído Batallas en el Desierto y el Principio del Placer hace algunos ayeres. Sobra decir que José Emilio Pacheco era un genio.

Morirás Lejos no se parece en nada a lo que había leído de José Emilio Pacheco. Es una laberíntica historia,  a veces muy compleja en la que tratamos de averiguar quiénes son Eme y Alguien, los personajes centrales de los cuales prácticamente no sabemos nada. El narrador nos va dando diferentes hipótesis de quienes pueden ser  y la posible relación entre ellos. Al mismo tiempo nos habla de la diáspora de los judíos  y de lo sucedido en los campos de concentración nazi.   Mientras nos cuenta o no la historia de los personajes centrales (una historia llena de enigmas y con más preguntas que respuestas)  hace una fuerte crítica a la crueldad de los seres humanos.

Me volvió un poco loca este libro. Me gustó la manera en la que Emilio Pacheco involucra al lector, juega con su mente y le hace llegar el mensaje.  Ese mensaje que no sólo llegó sino que también dolió y que no se olvida. No, nunca se olvida.

El siguiente libro que leí fue El Arte de la Resurección de Hernán Rivera Letelier. Se trata de la historia del famoso Cristo de Elqui en Chile. No me atrapó esta novela. Me sentí muy ajena a lo que sucedía en el libro. No es que sea malo pero no es mi estilo: no me gustó el lenguaje con el que se narra esta historia ni tampoco el humor. Nunca me hizo reír. Fue un verdadero alivio terminarlo. Me quedé con un muy mal sabor de boca y la enorme necesidad de encontrar un libro que llenara el vacío que me quedó en ese momento.

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Mi existencialismo ganó de nuevo y encontré el libro perfecto: Sobre Héroes y Tumbas de Ernesto Sabato. El año pasado leí el Túnel y me quedé con ganas de leer más libros suyos. Fue la mejor elección. Desde la primera página supe que caminaría por un mundo más tenebroso que el del Túnel. Lo único que sabemos al abrir el libro es que Alejandra Vidal Olmos mató a su padre Fernando Vidal , después prendió fuego a la habitación donde se quemó viva y no hay más información al respecto.

La primera parte del libro nos cuenta la historia de Alejandra y Martín, un amor obsesivo, tortuoso y destinado al fracaso: » Lo más extraño de todo era que él quería a ese monstruo equívoco:  dragón princesa, rosafango, niña murciélago».

Leer a Sabato es como estar en la playa ante un mar inquieto, sinuoso, violento y completamente oscuro. Las primeras páginas son como caminar en la arena caliente: sentir el agua oscura refresca nuestros pies y nos atrae.  Conforme pasamos las páginas, nos vamos adentrando en ese mar hasta sumergirnos en la oscuridad total donde luchamos por no ahogarnos en esas aguas tenebrosas y cuando falta poco para terminar de leer el libro, nos convertimos en náufragos en la Isla de la Desesperanza. Al leerlo me invadió una enorme tristeza que no me pertenecía.

Sobre Héroes y Tumbas es una obra desoladora, aterradora, terrible y yo, yo no podía dejar de leerla. Después de Alejandra y Martín,  sigue la historia de Fernando Vidal en el  Informe sobre los Ciegos, esta es la parte más escalofriante del libro. No sé si se pueda llamar miedo a lo que sentí, pero terminé el libro con el alma desgarrada. Una vez adentro, cuesta mucho trabajo salir de los túneles tan lúgubres de Ernesto Sabato. Después de leerlo queda la sensación de caer en un abismo sin final donde la muerte está siempre presente. Siempre. Debo ser muy masoquista porque amé este libro.

Y para finalizar con esta enorme lista, por fin encontré un libro que llevaba meses buscando: Una Introducción a Octavio Paz de Alberto Ruy Sánchez, uno de mis escritores favoritos.  Sólo me faltan dos libros para leer todas las historias de Mogador. Cuando leo a Alberto Ruy, me siento en las nubes, es como si viajara con él a Mogador.  Mi mente, mi alma y mi cuerpo se llenan de poesía y me elevo: su lenguaje es delicioso; y los lugares que describe, paradisíacos.

Aunque Octavio Paz es uno de los grandes escritores del siglo XX y  ganó el Premio Nobel, siempre me ha resultado difícil acercarme a su obra. En realidad, sólo he leído algunos de sus poemas y El Laberinto de la Soledad. Desde que supe del libro Una Introducción a Octavio Paz quise leerlo pues deseaba conocer a Paz a través de la mirada de Alberto Ruy. Pensé que tal vez su visión podría ayudarme a sacudirme los prejuicios que me han impedido acercarme a las palabras de Paz.  A veces me resulta difícil acercarme al trabajo de algunas figuras célebres y estoy tratando de cambiar eso.

Comencé muy emocionada (lo que siempre me sucede con los libros de Alberto Ruy) en un muy largo recorrido en metro. Ni cuenta me di del paso del tiempo pues estaba abstraída en la lectura, la cual tuve que continuar en la noche apenas regresé a mi casa.

Una Introducción a Paz no se trata de una detallada biografía ni tampoco de un largo ensayo sobre su obra; como su nombre lo dice, es una introducción (breve, por cierto) cuya finalidad es invitar al lector a acercarse a la obra de Paz, despertar en él la curiosidad por conocer más acerca de este grande y muy reconocido poeta, escritor, ensayista, traductor.  Conmigo este libro sí cumplió su objetivo: me dio curiosidad leer lsu obra, encontrar el camino hacia sus palabras, redescubrirlo sin mis prejuicios, sin los adornos que envuelven a algunas figuras célebres.

Mientras leía, recordé al Octavio Paz traductor, de quien tantas veces hablamos en la universidad y cuya visión de la traducción admiraba. Me gustaron mucho las palabras que Alberto Ruy Sánchez eligió para hablar de la traducción: «Traducir es poner la atención y el oficio del poeta en la otredad del mundo y al hacerla un poco propia hacerse un poco otro». Sí, así es, estoy de acuerdo con ambos.

Al terminar, cerré el libro sonriendo, todavía saboreando las palabras de Alberto Ruy, recordando mis tiempos como estudiante de la licenciatura en Traducción en la universidad y empezando a reconciliarme con las palabras de Octavio Paz.  Creo que es un buen momento para volver a leerlo y ver qué tipo de música serán para mí sus palabras ahora…

Ya sólo me faltan ocho libros para llegar a la meta que me puse este 2016.  ¿Qué libros me encontraré ahora? ¿Qué me enseñarán ahora?  ¡Muero por saberlo!

 

 

 

 

 

~ por Naraluna en julio 26, 2016.

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