Amor y no apariencia

Hay quienes cuando hablan de amor piensan en belleza, la belleza física. En la mayoría de las películas y novelas románticas hoy en día los personajes son físicamente perfectos. Son guapísimos, supongo. Nadie es tan hermoso como los protagonistas de estas historias. Si tenemos acné, si no tenemos el cuerpazo, si nuestro físico no cumple con el estereotipo de belleza por todos aceptado, nos sentimos pequeños, insignificantes, casi con la certeza de que el amor no llegará a nosotros. Hoy en día hay bulimia, anorexia, desesperación en todos lados. Hay también resignación y la necesidad de hacerse cirugías que embellecen  y rejuvenecen. Hay quienes son capaces de renunciar a sus principios, a su corazón, a su personalidad, a perderse a sí mismos para lograr la aceptación de esa otra persona a la que se supone aman.

Visto de esa manera, el amor me parece  un monstruo que devora corazones. Sí, un monstruo capaz de comerse lo mejor de las personas, un monstruo que las despoja de sí mismas  para dejarlas solamente con su apariencia, la que además, nunca será suficiente. Esa terrible idea siempre me ha asustado más que cualquier historia o película de terror.  Esa fue una de las razones por las que por muchos años me «escondí» del «amor» (si es que en realidad se le puede llamar así).

Fui una adolescente llena de acné  y soy una mujer que detesta el maquillaje y la moda.  Me gusta mostrarme tal cual soy, sin disfraces ni apariencias. Sonrío  con todo mi ser y no sólo con la boca. Nunca me interesó que se enamoraran de mis piernas, por ejemplo.  Me decían idealista porque soñaba con alguien que me quisiera POR  QUIÉN SOY y no por cómo me veo… esa idea de que el amor entra por los ojos siempre la he rechazado y siempre me ha lastimado directa e indirectamente.  Directamente cuando fui la flaca fea a la que algunas amigas querían maquillar para que ahora sí fulanito de tal se enamorara de mí  (¿tan poderoso era o es el maquillaje? ). Por supuesto, nunca creí en los poderes del maquillaje ni en ser alguien que no soy para que me tomaran en cuenta.   Indirectamente cuando veo a personas cercanas a mí perderse a sí mismas y hacerse daño para  sentirse amadas por ese alguien que sólo tiene en cuenta la apariencia o que sólo se tiene en cuenta a sí mismo.

Esta idea del amor como sinónimo de perfección y belleza física, del «por ti soy capaz de todo, hasta de volverme un ente vacío, una especie de zombi que se mueve por inercia, una marioneta sin personalidad» nunca me ha cuadrado.   Es más, me desconcierta y me revuelve el estómago. Sí, eso me sucede. Ya estoy cansada de tanta superficialidad y de tantos estereotipos.  El amor no es materialista ni tampoco discrimina.

El amor abraza a todos, el amor da sin condiciones, no se basa en la talla de la persona  o en el largo de sus piernas, sino en todo lo que la persona es: sus cualidades tanto como sus defectos, sus sonrisas tanto como sus lágrimas. El amor acepta a la persona tal cual es, no intenta cambiarla.   Recuerdo bien las palabras de una amiga muy cercana: «lo amo a  él, a la persona que es, si tuviera un accidente y se desfigurara la cara lo seguiría amando de la misma manera».   Sus palabras fueron impactantes pero sabias.  El amor para mí hace florecer a las personas en lugar de marchitarlas; da seguridad y eleva la autoestima.  Es bilateral: da y recibe.

El  amor libera, no encarcela.  No tener la posibilidad de ser uno mismo es como estar enjaulado y eso nos impide crecer, ser felices.  La felicidad no está en otra persona, está dentro de nosotros mismos.  El amor cuando llega sólo engrandece esa felicidad que ya vive en nosotros.

Su belleza es intangible. Hay quienes la encuentran en la luz de una sonrisa, en la voz de una mirada, en  el silencio escondido entre las palabras,  en un abrazo que todo lo da, en un alma transparente que nada oculta…

No hay amor sin luz, sin armonía sin paz.  Nos da la calma en los tiempos de tormenta;   esperanza, en los tiempos oscuros;  fuerza, cuando todo parece perderse…

El amor para mí es una danza de luces, de libertades, de almas,  de oportunidades, de miradas que se encuentran en un cielo donde vuelan sus sueños compartidos.    Es el baile de dos sombras que la luz abraza.

«El amor no es encontrar a la persona perfecta. Es ver perfectamente a una persona imperfecta».
Sam Keen

 

~ por Naraluna en diciembre 19, 2013.

2 respuestas to “Amor y no apariencia”

  1. Escribir libera…amar hace que uno no se marchite por dentro y aprenda a dar y recibir.

  2. 🙂

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

 
A %d blogueros les gusta esto: