Vacaciones en Cuetzalan

        Hay momentos en la vida en los que podemos prescindir de las vacaciones y esperar a la próxima oportunidad, pero hay momentos en los que necesitamos urgentemente esas vacaciones para salir de la rutina, despejar nuestra mente, fortalecernos. Nosotros las necesitábamos. En un principio pensé en ir a la playa, el mar siempre me llena de energía, pero fue necesario cambiar de planes y encontramos el lugar perfecto: Cuetzalan.


       Me gustan mucho los pueblos mágicos y Cuetzalan no es la excepción. Este lugar se encuentra en el estado de Puebla, en la Sierra Madre Oriental. Su nombre, en náhuatl, significa: «lugar donde abundan las plumas hermosas». Llegamos a este lugar en una tarde soleada. Nuestra primera parada fue al hotel.  Hotel MixtiNos quedamos en el Hotel Mixti, un hotel tranquilo, donde las personas son muy amables y donde también hay lugar para acampar.  Una vez listos, nos dirigimos al centro, era hora de comer.

  


 

        Cuetzalan es un pueblo cálido, te hace sentir bienvenido desde el primer instante, la gente es amable y sincera. A primera vista este lugar enamora. Sus empedradas calles, su iglesia, su mercado, sus restaurantes, su música.  Porque Cuetzalan tiene su música propia: el sonido del viento, de los pájaros, del náhuatl. Sí, del náhuatl porque en Cuetzalan se habla mucho náhuatl.  Para gran cantidad de sus habitantes, es su lengua nativa, inclusive, hay quienes no hablan español. En este maravilloso lugar los indígenas tienen la oportunidad de crecer y desarrollarse de acuerdo a sus tradiciones y costumbres. En realidad, así debería de ser en todos los lugares. ¿Por qué obligarlos a vivir como nosotros, a renunciar a su forma de vida? ¿Por qué no mejor los respetamos y aprendemos de ellos? ¿Por qué no convivir con ellos? En realidad, tenemos mucho que aprender de ellos. Mucho. Aquí en Cuetzalan la gente es auténtica, habla con el corazón y sus ojos dicen la verdad. No hay las veinte mil poses y fórmulas de cortesía que hay en la ciudad. Las personas te miran a los ojos sin miedo ni vergüenza. Esta autenticidad, esta libertad de ser uno mismo, esta manera de sonreír sin actuar me conmovió hasta las lágrimas.  Aquí sí se sonríe con todo el cuerpo y no sólo con la boca. Esas son las sonrisas que amo, que necesito para ser feliz. Se me llena el corazón sólo de pensar en los días en este pueblo mágico al que tengo que regresar.

       

   

Comimos en el centro. En la mayoría de los restaurantes se prepara comida típica y casera. Las cocineras sonríen y cocinan con gusto. Están abiertas a la plática y a las bromas. Ese día conocimos a Lupita con quien reímos bastante, mi marido se la pasó haciendo bromas y bueno, con Lupita no fue la excepción. Nos preparó unos ricos antojitos. Yo los pedí de queso. Después seguimos nuestro camino por las bellas calles del centro.  En las calles podemos encontrarnos con las hermosas blusas de chaquira o bordadas que hacen las mujeres indígenas. Ellas están sentadas, concentradas en su arte, hacer estas blusas es un arduo y admirable trabajo. Yo quiero tenerlas todas: con manga larga, sin mangas, manga corta, bordadas de azul, rosa o café, con chaquiras de diferentes colores. Quiero llevar puesta la historia de esas manos que nunca paran de tejer, coser, bordar: CREAR. No sólo se trata de blusas, también hacen rebozos, hay bandas para el pelo, bolsas y un sinfín de artesanías. Todo está hecho a mano.

           En el centro, en la plaza principal frente a la Iglesia, se puede disfrutar del espectáculo que ofrecen los voladores de Cuetzalan. Ahí hay un tronco que mide más de 20 metros y que tiene pequeñas tablas por las cuales los voladores suben. Una vez arriba, se amarran un lazo a la cintura y se preparan para el vuelo. Al sonido del tambor y de la flauta comienza su danza en el cielo, orgullo de su cultura, ofrenda a la naturaleza. Hay varios grupos de voladores y se presentan cada hora (dependiendo del día y de la fecha).

Nosotros fuimos en temporada alta, así que había varios grupos de voladores listos para dar un impresionante espectáculo.


Cascada Las Hamacas

Cascada Las Hamacas

Cerca de Cuetzalan hay más de 30 cascadas que visitar, así que después de comer, nos fuimos a conocer la Cascada Las Hamacas. A esta cascada se puede llegar en coche y no hay que caminar mucho para encontrarla. Aquí se puede nadar. El agua no está muy fría y sumergirse en ella es refrescante. La vista es hermosa.

Cascada Las Hamacas

 Lo más maravilloso de estar en Cuetzalan y sus alrededores es la oportunidad de convivir con la naturaleza, de estar rodeado de árboles, flores, agua, pájaros, un cielo despejado y el silencio amoroso que nos aleja del estrés citadino.  

Las Hamacas

Hay otras cascadas para las cuales hay que caminar mucho para llegar, como las Brisas (que

Camino a la Cascada Corazón del Bosque

son de las más conocidas) y como el Corazón del Bosque. Hay que adentrarse en la naturaleza para encontrarlas y poder admirarlas.  Y rodeados de árboles, de flores hermosas, de animales e insectos diversos, uno camina hacia el agua símbolo de vida.

Cerca de la Cascada Corazón del Bosque

Corazón del Bosque

Cascada Corazón del Bosque

Caminando a Cascada Las Brisas

La música del agua que cae hace que me den ganas de bailar, de ser parte de ese movimiento en el que todas las gotas se unen para formar una sola.

Las Brisas

Y sé que quiero volver y recorrer todos los caminos que llevan a las treinta y tantas cascadas en los alrededores de Cuetzalan. Quiero memorizarme cada camino y fluir con cada cascada y en ellas quiero ser libre siempre. Siempre.

Cascada Las Brisas


Yohualichan

Otro lugar que hay que conocer es la zona arqueológica Yohualichan, palabra de origen náhuatl que proviene de Yohualli (noche) e Ichan (su casa) y quiere decir «casa de la noche». Fue fundada por los Totonacas hacia el año 400 d.C. y comprende grandes edificios en torno a una gran plaza que mira hacia al norte. A pesar de ser un lugar impresionante, no había mucha gente, éramos casi los únicos ahí. Es el lugar ideal para cargarse de energía y sentirse en paz, en armonía con uno mismo, con la naturaleza y con nuestra historia.

Yohualichan

La próxima vez que vaya, además de llevar mi cámara, llevaré mi cuaderno y mucho tiempo disponible para sentarme a escribir. Muchas veces los mexicanos presumimos de las veces que hemos viajado al extranjero, pero no conocemos las maravillas de nuestro propio país.  Yohualican es digno de admirarse y de «presumirse» cuando uno habla de los lugares que ha recorrido, de los grandes viajes, de lo que uno «tiene que visitar».

Yohualichan

Yohualichan

Yohualichan

Yohualichan

Muy cerquita de Yohualichan se encuentra el Jardín Botánico Xoxoctic. Para quienes amamos

Xoxoctic

las plantas es el lugar ideal. Es un recorrido largo en el cual podemos aprender un poquito sobre plantas medicinales, de ornato, los diferentes tipos de orquídeas, helechos y más. También tiene un mariposario aunque en esta época no hay muchas mariposas. Esto se debe al clima, según nos explicaron. Es un recorrido increíble que se hace con un guía quien, con la mejor actitud, explica a detalle y contesta preguntas sobre las diferentes plantas y árboles. En realidad, pasó muy rápido el tiempo y no queríamos irnos. Me encantaron sobre todo los helechos y las flores. Desafortunadamente todavía no es época de tantas flores, así que habrá que regresar para disfrutar más de este lugar.

Xoxoctic

Xoxoctic

Xoxoctic


    Además de las cascadas, la zona arqueológica y el jardín botánico, hay muchas grutas que visitar. Muchas. Nosotros visitamos la gruta Los Corales y fue toda una aventura.

Gruta Los Corales

Al comienzo del recorrido, nos dan un casco y una linterna, ambos indispensables. Sin el casco, creo que habría terminado con varios chipotes y sin la linterna no se ve nada. No recomiendo esta aventura a quienes sean claustrofóbicos a menos de que estén dispuestos a enfrentar y superar su miedo. Hay momentos en los que falta espacio o da la sensación de que falta aire. Para poder pasar por ciertos lugares, hay que agacharse mucho, cuidar la espalda, los hombros, ir a paso lento para no resbalarse…pero vale la pena. A pesar de la obscuridad, hay mucho que ver.

Gruta Los Corales

¿Qué se puede decir de las estalagmitas y estalactitas? Y además las formas que podemos ver con un poco de imaginación y a veces, no tanta. Se puede ver la forma de un bebé y también la cara de Jesucristo. Es interesante todo lo que se puede ver con tan poca luz. Eso sí, hay que tener mucho cuidado, caminar despacio y tener mucha energía pues el recorrido dura más de una hora y uno termina exhausto. Salimos de ahí empapados en sudor y los pies nos temblaban de cansancio.

Grutas Los Corales


    Fue maravilloso visitar Cuetzalan en días santos. El jueves en la noche, al lado de la iglesia, se juntaron a velar a Jesús. Había muchos hombres y mujeres reunidos cantándole a Jesucristo. Pasaron toda la noche así. A mí no me había tocado ver algo así antes. Me había tocado ver representaciones del calvario de Cristo pero ver a las personas reunidas velando al Cristo, cantando su tristeza, fue algo nuevo para mí. Me llamó mucho la atención que eran los hombres quienes cantaban. El viernes en la noche vimos la Procesión del Silencio.

Procesión del Silencio

Recordé mi infancia en Querétaro. Varias veces nos tocó la procesión en el centro de Querétaro. Ahora la viví en mi última noche en Cuetzalan. Por un rato nos unimos a la Procesión.

Proecesión del Silencio

Procesión del Silencio

Caminamos junto con muchas personas en silencio. Un silencio amoroso que me dio una enorme paz. No me había sentido así en años.

Procesión del Silencio

Después nos despedimos. Y me perdí en la hermosa y enorme luna que lo iluminaba todo. Sentí tristeza de que fuera nuestra última noche ahí. Quiero regresar. Necesito regresar. Voy a regresar.


    Cuetzalan, el paraíso desconocido, el sueño que velará mi insomnio. ¡Qué orgullo ser Mexicana! ¡Qué orgullo que en mi país haya lugares como éste! Se me enchina la piel y empieza la lluvia en mis ojos cuando pienso en lo que tenemos, en nuestra historia, cultura y tradiciones. Amo mi país y con todo este amor que envuelve mi cuerpo me siento feliz. Hay grandes maravillas en este mundo, lugares que dejan huella, pero ninguno como México, mi México, nuestro México.




~ por Naraluna en abril 10, 2012.

10 respuestas to “Vacaciones en Cuetzalan”

  1. Dicen los locales que los Voladores no son de Papantla, sino originalmente de Cuetzalan y de ahí nació la tradición…. Saludos Carla! muy buen post!!! Mau H.

  2. Muchas gracias por compartir Carla, un lugar que definitivamente vamos a visitar 🙂

  3. Que maravilloso que hayan visitado cuetzalan, uno de los pueblos mágicos que tenemos en nuestro méxico. Efectivamente en los inicios de nuestra época la danza de los voladores inicio en la región de los totonacas, esto ha implicado una pólemica sobre si se origino en Papantla o Cuetzalan, pero yo que soy de Papantla me importa muy poco donde inicio la danza sino el propósito de ella: pedirle a los dioses la buena fortuna en la siembra, con todos los simbolismos que representa cada momento de la misma. La solemnidad de la semana santa estremece el espiritu debido a esa simbiosis entre la fe católica y el pensamiento indigena que nos invita a la reflexión. Ojala no hayan subido de peso con los antojitos que comieron.

    Y aprovechando el espacio te inivito a visitar Papantla en la cumbre Tajín durante el equinoccio de primavera, es un festival de la identidad donde conviven habitantes de diferentes etnias, razas y pueblos enseñando su propia cultura, conciertos además de talleres en donde se te enseña los bordados locales de la region asi como su comida, danzas e incluso temazcales y «limpias» impartidos todos por los mismos indigenas.

    Felicidades por tomar la decisión de visitar Cuetzalan, conocer los pueblos de méxico nos hace reconocer lo maravilloso de nuestro país y amarlo aún más.

  4. ¡Muchísimas gracias! Todavía no conozco Papantla y te agradezco mucho la sugerencia. Y el equinoccio de primavera parece ser el mejor momento para ir. 🙂 Sí, nuestro país es maravilloso y hay que conocerlo más. 🙂

  5. Nunca he ido a Cuetzalan, se ve muy bonito, me gustaron mucho las fotos, sobre todo los callejones con casas blancas, México es tan grande que es difícil conocerlo todo, viendo tus fotos me acorde de otros pueblos hermosos, como San Miguel de Allende y Peña de Bernal, ¿los has visitado?, tantos lugares por descubrir y la comida seguramente muy rica.

    • Muchas gracias. Es un lugar mágico y la comida es muy rica. Yo quiero regresar.:)
      Sí, ambos son hermosos. Hace muchos años que los visité, tendré que regresar a tomar fotos. 🙂
      Guanajuato también vale la pena. ¡México es muy hermoso! También a mí me faltan muchos lugares por conocer. Poco a poco nos iremos dando el tiempo. Saludos. 🙂

  6. muchas gracias por compartir amigo, la verdad me ayudaste mucho, ya que pienso hacer un viaje, hasta yucatan, desde michoacan, y estoy buscando los mas marabilloros lugares para visitar en el trayecto

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