Correr y Boston.

A casi una semana de lo acontecido en el Maratón de Boston, escribo este blog. Todavía tengo un nudo en la garganta. Siempre me afectan estas tragedias. No sé qué cuáles sean las razones que lleven a alguien a hacer esto. No me puedo imaginar que haya una causa tan «poderosa» que «justifique» y «acepte» la muerte y el sufrimiento de tantos inocentes. Nunca lo he entendido ni lo entenderé. La violencia genera más violencia y no veo como una meta que se logró a través del sufrimiento y sangre de inocentes pueda darle satisfacción a alguien.  En fin,  mi intención no es analizar los motivos ni mucho menos entender.  Todavía me siento muy triste y sólo quiero compartir mis sentimientos.  Hoy en día somos muchos los que disfrutamos el ponernos los tenis y salir a correr. No se trata solamente de un deporte. Es mucho más que eso. Correr para muchos es una forma de expresión y de libertad, también es una forma de compartir. Es un deporte que, al parecer, se realiza solo pero que en realidad es también un trabajo de equipo. La verdadera competencia en una carrera es con uno mismo. Todos los corredores se apoyan unos a otros sin importar la nacionalidad, la raza, el género, religiones o formas de vida.  Todos somos uno al correr.  TODOS SOMOS UNO.  Quizá, por eso, todavía no puedo quitarme el dolor de los sucedido en aquella carrera.  En un mundo tan lleno de prejuicios, intolerancia, violencia, correr significa libertad. Correr es el espacio que todos tenemos para alejarnos de todo eso y luchar juntos para llegar a la misma meta.  Las personas que corren suelen ser solidarias. Yo corrí mis primeros 10 km en noviembre. Hubo momentos difíciles y siempre hubo alguien que me dijera «tú puedes».  Hay muchas personas que van para dar ánimos a los corredores. Están en los puntos críticos y siempre echan porras a quienes pasan por ahí. Quizá esto podría parecer irrelevante, pero estoy segura de que, para muchos, estas porras nos impulsaron a llegar a la meta.   La meta. Hoy me duele esa meta. ¿Se imaginan llegar a la esperada meta y explotar?  Yo todavía no puedo. La meta es el sueño hecho realidad. No debería de haber sangre en este sueño.  Me conmovió profundamente la solidaridad que mostraron muchas personas en Boston después de lo sucedido. Se me salieron las lágrimas cuando leí, en el blog de Veróncia Velázquez Zazueta lo que varias personas en Boston hicieron para ayudar (http://loqueveomientrascorro.com/2013/04/15/sobre-boston-y-pensar-diferente/). Me motiva que he leído muchos comentarios en las redes sociales en las que las personas han encontrado una nueva razón para correr: Correr por la paz. Y yo me uno. Yo correré por la paz también. Me pondré los tenis y mientras mis pies se mueven lucharé por la paz, la libertad con todo amor y sin violencia.

Para concluir, les comparto el blog que escribí sobre realizar mi sueño de correr mis primeros diez kilómetros. http://charlielovesart.blogspot.mx/2012/11/musica-para-correr.html

~ por Naraluna en abril 21, 2013.

2 respuestas to “Correr y Boston.”

  1. Qué linda tu reflexión. Gracias por leer y compartir mi post. Un abrazo.

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